Cómo usar el blog para conseguir clientes donde parece que no los hay

La búsqueda del cliente en internet a veces es como la búsqueda de vida extraterrestre. La lógica nos dice que están ahí, la intuición nos dice que existen… pero luego te pones a buscarlos, y la faena que tienes.

Afortunadamente, se encuentran muchos más clientes que extraterrestres, pero creo que ya sabes por dónde voy.

Hay que “currárselo” mucho, y buscar en los lugares más insospechados.

Cuando uno empieza una campaña de SEO y escoge sus keywords, suele ir al grano. Va a por aquellas keywords que:

  • Tienen una proporción aceptable de búsquedas mensuales.
  • Tienen una competencia asequible para los medios económicos de los que dispones para la campaña.
  • Atraen tráfico moderada o activamente interesado en comprar tu producto.

Esto, sobre el papel, ha de traer un cierto volumen de tráfico útil, del que se desprendan ventas. Aunque, como ya sabes, que la venta se realice finalmente depende de tu web.

Pero esto son campañas.

Aunque sería lo ideal mantener un servicio de posicionamiento SEO de manera indefinida, la realidad es que muchas empresas no pueden permitírselo, y hacen campañas para sus momentos “calientes” del año.

Pero tu negocio online funciona las 24 horas los 365 días del año. Y tu búsqueda de clientes no puede cejar nunca, no puedes dejarlo sólo para cuando hagas una campaña.

Y en esto, el blog es una herramienta maravillosa, porque con pocos recursos puedes echar el anzuelo en diferentes puntos de pesca. Y nunca sabes las sorpresas que eso te puede deparar.

El blog como caña de pescar

usar el blog para conseguir clientes
Vamos a ver si pescamos algo…

El blog tiene una ventaja respecto al resto de tu web: que puedes divagar.

Entendámonos.

Si tu negocio es la cosmética natural y estás vendiendo una crema de aloe vera, la descripción del producto tendrá unos límites. Tendrás que decir que es una maravilla para la hidratación de la piel, para las irritaciones o las quemaduras, que es antiséptica, o que está de oferta, ese tipo de cosas.

Pero esa información solo le interesa a los que saben que existe tu crema de aloe vera. Que quizá llegaron a esa página buscando “crema de aloe vera”. Es gente que ya sabe de qué va el tema.

Pero no son los únicos que pueden convertirse en clientes.

Digamos que en tu web de cosmética natural tienes un blog. Allí puedes hablar de la cosmética natural cuanto quieras, y puedes explayarte sobre el aloe vera. Puedes explicar que si los Egipcios ya lo usaban, o adentrarte en sus propiedades beneficiosas. Pero sería una mala idea hacerlo a ciegas.

Si compruebas la keyword “crema de aloe vera” en la herramienta Google Keyword Planner, encontrarás una serie de sugerencias:

usar el blog para conseguir clientes

Fíjate en las tres que hemos resaltado. Tienen aceptables cantidades de búsquedas mensuales, pero a priori, no parecen keywords muy interesantes, ¿no?

La primera, “como hacer crema de aloe vera”, parece un contrasentido. ¿Por qué explicarle a alguien cómo hacer crema, si lo que tú vendes es precisamente una crema?

La segunda, “aloe vera propiedades”, es demasiado general, como indican sus 3600 búsquedas mensuales. Nada en esa keyword indica que quien la busque esté interesado en absoluto en una crema.

La tercera, “zumo de aloe vera”, es directamente otro sector, no tiene nada que ver contigo. ¿No?

No. Todo tiene que ver. Porque cualquiera que esté buscando información sobre el aloe vera es susceptible de estar interesado en tu crema de aloe vera.

Pescar donde no esperas pescar nada

Pensemos al revés.

Con la primera keyword le vas a dar al usuario una información útil, y presumiblemente de calidad, puesto que en efecto te dedicas a vender cremas y sabes de lo que hablas. Tú eres generoso, y les das una receta casera que sabes que funciona. Ellos están contentos, pueden ponerlo en práctica. Pero la mayoría, nunca llegará a hacer esa crema casera, o la hará tres o cuatro veces y luego lo dejará correr. Porque las personas somos así. Nos encanta la idea de hacer las cosas nosotros mismos, pero cuando se termina la satisfacción de las primeras veces, vamos a una tienda y lo compramos hecho. Tenemos demasiadas cosas que hacer, demasiadas facturas que pagar. Es triste pero así es la vida.

¿Es tan imposible que algunas de esas 480 personas que buscan cada mes “como hacer crema de aloe vera” acaben comprando una crema, tu crema?

Con la segunda el ejemplo aún es más fácil. Entre 3600 personas buscando las propiedades del aloe vera, ha de haber gente que quiere utilizarlo para cuidar su piel, y estaría potencialmente interesado en tu crema. ¿Por qué no escribir un buen artículo, entretenido, de mil o dos mil palabras, con sus imágenes e incluso algún video, explicando todas sus propiedades? ¿Por qué no intentar dejar ahí tus anzuelos a ver qué ocurre?

Y lo mismo con el tercer ejemplo. Explicar cómo hacer un zumo casero de aloe vera (que no acabe con nadie intoxicado en el hospital) no supone ningún perjuicio, y es información interesante para tus potenciales clientes. Y quizá, entre las 390 personas que cada mes buscan cómo hacer un zumo de aloe vera, hay algunas que necesitan una crema, aunque incluso ni ellos lo sepan.

Es decir: no son keywords directamente enfocadas a la venta. Pero te permite hacer sondeos, conseguir tráfico potencialmente interesado, y ampliar tu campo de atracción unos metros más.

Y lo más interesante: te permite llegar a esos clientes que necesitan o quieren una crema de aloe vera, pero aún no lo saben. O no están pensando en ello en este momento.

usar el blog para conseguir clientes
Los caminos mentales que seguimos antes de comprar, son más complejos de lo que parecen

Solemos tener una imagen distorsionada del proceso de compra en una web. O más bien, simplificada: si entran y compran/contratan, acierto. Si entran y no compran/contratan, fallo.

Y esto no es realmente así. Uno entra, se mira la web y el producto, lo revisa todo, y luego se va a hacer otra cosa, nadie compra a la primera. Hacen falta más visitas para que la compra ocurra (y el blog te ayuda, precisamente, a tener esos contactos adicionales con los que se forja la confianza entre empresa y consumidor).

Por otro lado, en la cabeza del cliente, la decisión de comprar no es automática. Tienes que despertar su interés por tu producto, tienes que avivar su deseo e incitarles a la acción (el embudo clásico, otra vez), pero a muchos primero tienes que llamarles la atención. Hacerles saber que existes tú, y que existe tu producto. Sólo después de eso tendrás que utilizar tu descripción del producto para interesarles y venderlo.

Por tanto, utiliza el blog también para eso. Hoy en día, la optimización de la página tiene un peso importantísimo en el posicionamiento. Así que con una buena optimización (la keyword en todas las partes donde debe estar, el artículo con una extensión y calidad suficiente) es razonable alcanzar, si no las primeras posiciones, al menos posiciones que te permitan captar tráfico. Y si la competencia es baja, y tu web tiene peso, quién sabe a dónde puedes llegar.

Y quién sabe si, hablando del zumo de aloe vera, conseguirás vender una crema.

Cambia la crema y el zumo por los ejemplos adecuados a tu sector… y ya tienes material para escribir diez o doce artículos más para tu blog 😉

6 comentarios

  1. Sumamente interesante este articulo, actualmente yo estoy enseñando que debemos enfocarnos en aquellas palabras claves que tiene una intensión de compra que es lo mas indicado para los que vienen comenzando a posicionar su blog.

    Esto que explicas en el articulo son los siguientes pasos para pescar aun donde parece que no Hay.

    Gracias

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